Se me quema la comida: ESPOLVOREAR CON AZÚCAR GLAS

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Este blog nació sin ninguna pretensión, animada por amigos y conocidos. Me lo hizo en Diciembre de 2008 Eloy, un amigo de mi hermano Nacho.

Como ya vamos a cumplir seis años en unos días, pensé celebrarlo encargándole a María de I felt love, el dibujo de la cabecera.

Es un homenaje a la cocina de carbón de mis abuelos, a Blossom la perra de mi hermano Nacho, que comía todo lo que pillaba en la encimera y me echaban a mí la culpa hasta que un día comió calamares en su tinta y dejó las huellas por toda la cocina y entre que todo el mundo sabe que en mi vida probé un calamar en su tinta y que dejó la prueba del delito ya se creyeron que los otros robos no los había perpetrado yo.

Todas las recetas que hay publicadas las puede hacer cualquiera, si las hago yo, le salen a prácticamente todo el mundo.

Quiero daros las gracias a mis seguidores, a los que ponéis comentarios y a la gente que como Pedro el marido de mi amiga Rosa, cree que cocinando hago un bien a la humanidad.

Espero que os guste el cambio y seguís siendo bienvenidos a mi casa.

lunes, 22 de septiembre de 2014

ESPOLVOREAR CON AZÚCAR GLAS

Lo primero que hay que hacer para espolvorear una tarta o un bizcocho con azúcar glas, es esperar a que enfríe porque el calor que sale hace que el azúcar coja mucha humedad y desaparezca. Aunque no se vea endulza, así que no se debe de volver a echar más.
En los bizcochos fríos todavía aguanta más, pero en las tartas, hay que echarlo en el momento de servir y aún así, parte, desaparece enseguida.
Hay otra opción, que es comprar un azúcar antihumedad que usan en las confiterías, pero es más caro y no se vende en tiendas, yo el que conozco se vende por internet y con los gastos de envío, sale todavía más caro.